La chica de la fiesta

A Sexual Fantasy

— By cpj

Era sábado por la noche y estaba en una fiesta en el duplex de un amigo. Aún recuerdo cuando entró su compañera de piso. Una chica hermosa y con un vestido muy ajustado que resaltaba su precioso cuerpo. El vestido era sorprendentemente corto, muy por encima de las rodillas. Mi atracción por ella fue instantánea.

Se sentó en el salón, justo en frente de mi. Sólo éramos cuatro personas y yo era el único que estaba frente a ella.
Fue entonces cuando nuestras miradas se cruzaron. Me sostuvo la mirada y me sonrió, de una forma tímida y pícara a la vez. Desde ese momento, las miradas no cesaron ni un instante.

De repente, ella hizo algo completamente inesperado: separó sus piernas. Al tener un vestido tan corto, no tuvo que abrirlas mucho para verle su lencería semi-transparente negra. Apenas duró un par de segundos, pero fueron suficientes para excitarme. Cuando volvió a juntar sus piernas ella estaba mirándome, con una sonrisa cómplice. Pasó varias veces más hasta que se levantó y se fue al baño. Esta chica me estaba volviendo loco.

Al poco tiempo apareció de nuevo y un rato después, volvió a separar sus piernas pero ¡esta vez se había quitado la lencería! Pude disfrutar por un momento de la impresionante vista de sus preciosos y excitados labios. Tenía una erección tan fuerte que tuve que taparme con la mano para que no se notara.
Apenas un instante después de juntar sus piernas, se levantó sonriéndome y se acercó hacía mi. Se paró justo a mi lado y disimuladamente me susurró: “En mi habitación. Segundo piso a la izquierda”. Se dio media vuelta y desapareció del salón.

Pasado un tiempo prudente me dirigí a su habitación. Entré y ella cerró la puerta. Fue entonces cuando la magia empezó a fluir. El irrefrenable deseo de dos amantes desconocidos, concentrado en esas cuatro paredes. Nuestros cuerpos excitados, como dos imanes que se atraen, sin poder separarse el uno del otro, tocándonos por todas partes. Follamos hasta la extenuación, hasta llegar al al más puro y espiritual éxtasis. Lo que pasó en esa habitación fue maravilloso.