UNA NUEVA EXPERIENCIA
A Sexual Fantasy
Hace poco, en una visita a una sexshop online, encontré un vibrador anal. Siempre me ha gustado penetrarme el ano, con los dedos o con tapones anales. Pensé que estaría bien probarlo y lo compré. Al principio me pareció enorme y que no podría introducírmelo. Durante un tiempo lo dejé en el cajon de la mesita de noche. Un día que estaba muy excitado pensé que si lo habian hecho de ese tamaño es porque era posible utilizarlo. Lo saqué del cajón junto con el lubricante. Me tumbé en la cama y comencé a dilatarme el ano. Primero me introduje un dedo bien lubricado, depués dos, después tres y por último cuatro. Estuve un rato con los cuatro dedos en el culo hasta que me pareció que ya debía de haber dilatado lo suficiente. Lubriqué abundantemente el vibrador y lo acerqué al culo haciendo presión. Primero suavemente, después con fuerza. Para mi sorpresa y alivio entró facilmente sin hacerme daño. Lo conecté y empece a probar las distintas velocidades. Me quedé con la más lenta que es la más parecida a una peneración con un pene. Empece a acariciarme el pene y no tardé en tener una erección. Descubrí que relajando el esfinter, que tiende a expulsar el vibrador, la sensación era más placentera. Tal como me sucedía siempre que me masturbaba con el ano penetrado tardaba en llegar al orgasmo. Al final llegué y debo decir que fué fantástico. El hormigueo de la eyaculación recorrió todo mi cuerpo. Al usarlo frecuentemente ya no he tenido problemas para introducírmelo. Estoy pensando en usarlo en mi próxima relación con una mujer. Seguro que a ella le encatará mi retraso en llegar al orgasmo.
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