Tres copas de más

Mi novio vive en una casa grande, con una sala donde siempre que los amigos tenemos ganas de fiesta vamos a parar. Es una casa algo apartada de la ciudad, por lo que cuando alguno se pasa bebiendo al final se queda en la casa a dormir. Pues esto pasó una de esas noches, en las que el alcohol corría y se respiraba un ambiente festivo, alegre, despreocupado. Las horas se pasaron volando, como siempre. Ya eran las seis de la mañana y empezaron a irse uno por uno. Uno de los amigos de mi novio había bebido más de la cuenta y mi novio le ofreció que se quedara en la casa a dormir, en nuestra cama. Otras veces, cuando el resto de camas estaba ocupada, se había quedado a dormir con nosotros en la cama, era una cama grande y dormíamos tres sin problema. Ese día no fue diferente, subimos a la habitación, entre risas y nos comenzamos a desvestir, poniéndonos cómodos para dormir. Yo me quité la camiseta y el pantalón y me quedé en ropa interior. Ellos igual. Hubo algunas miradas y algunas bromas pero nada más. Nos fuimos a dormir. A mí el amigo de mi novio me excitaba mucho, era un tipo extrovertido, bromista, algo salvaje y directo, y esa noche por casualidades yo dormí entre mi novio y él. Nos tumbamos y se quedó la habitación en silencio, pero un silencio cómodo. Mi cabeza no podía parar de pensar en la situación y en lo que me encantaría que pasase, un roce, que se nos fuera la cabeza una noche. Pensando esto, sintiendo la respiración del amigo de mi novio en la espalda y con la mano de mi novio apoyada en mi culo no podía dormirme. Entonces, escuché como el amigo de mi novio respiraba profundo, parecía dormido. Me giré hacia mi novio y le di un beso muy cachonda, el me respondió. Después sentí unos labios en el cuello, era el amigo de mi novio. No hubo preguntas, ni respuestas, solo nos dejamos llevar los tres.