Talonario

Cuando éramos novios mi marido y yo nos regalábamos "talonarios sexuales": tickets de "retos" bastante inocentes ("un polvo", "sexo oral"...). Hace unas semanas apareció uno en el cajón y nos reímos recordándolo. Pero esa misma noche, con unos amigos cenando en casa, me sacó el de "ver una porno". A la tercera o cuarta copa, entre risas, puse una en el salón. Cuando se fueron follamos en el sofá como quinceañeros. Otra noche me dio uno de "hacer un strip tease". Me costó decidirme, pero terminamos jugando a un juego de preguntas y me dejé ganar, hasta quedarme en ropa interior delante de ellos. Anoche me dio el de "sexo oral" y se fue al baño guiñándome un ojo. No fui. Volvió a los cinco minutos, contrariado. Le dije que no se preocupase, que la noche era larga, que lo iba a hacer. Se fue una última pareja y al cerrar la puerta le agarré el paquete y le dije que ahora iba a hacerlo, que fuese al salón. Se quedó mudo, porque uno de sus amigos todavía estaba allí. Y lo hice: le bajé los pantalones y se la comencé a chupar. Hoy, en la resaca, no hemos hablado de ello. Pero ha invitado a su amigo a cenar. Estamos en los postres, y me acaba de dar el último talón, el del polvo.