OrgasGym

A Sexual Fantasy

— By Amazona

Estaba en un gimnasio de éstos 24 horas abierto, con sauna y jacuzzi. Era tarde, había un chico (que me gusta hace tiempo, y siento que es reciproco), y un par de chicas que se preparaban para entrar a las duchas, e irse.

Yo estoy de espaldas a él, y me estiro a tocar las puntitas de mis pies con las manos dejando que mis shorts ajustados se suban y dejen aparecer parte de mis nalgas hermosamente trabajas y bronceadas... muevo mis caderas hacia un lado y miro hacia atrás y lo veo directamente a sus ojos, mientras él tarda unos milisegundos en encontrar mi mirada porque todavía está tratando de despegar sus ojos de mi culo. Lo veo y le sonrío pícaramente como diciéndole ¨ ¿te gusta lo que ves? ¨ me devuelve la sonrisa un poco incomodo, porque sabe que lo he pillado.

Por los altavoces suena ¨I don´t wanna live forever de Zayn¨ y me pongo a hacer aductores enfrente a él, Lo miro fijamente mientras abro y cierro mis piernas lentamente haciendo el ejercicio. No le saco los ojos! Hasta pena me da pobrecito, tengo un hambre voraz, y esta gacela musculada, será mi cena, pienso todo esto mientras recojo mi toalla para irme, ya es mi último ejercicio, pero tengo pensado relajarme en el jacuzzi.

-¿ya te vas? (pregunta tímidamente) -me voy a dar una ducha y meterme al jacuzzi, si quieres puedes venir (y me voy sin esperar respuesta)

Me ducho, y al llegar al jacuzzi, él estaba envuelto con su toalla y con el torso desnudo, tiene un color canela pasión que me encanta. Dejo caer mi toalla mostrando un bikini precioso, pero veo que él no se quita la suya, así que le pregunto: -¿Nos metemos? Y me cuenta que no tenía traje de baño, lo que despertó aún más mi curiosidad, de saber que había debajo. Abre un poco la toalla, y confirmo que no lleva nada, entonces le digo: -Metete igual, por mi encantada, nadie va a venir a esta hora y estamos solos. Nos metemos (él súper vergonzoso), y entre charlas subidas de tono y besos, empiezo a tocarle la polla que hace rato estaba dura, es perfecta.

No tardo en sentarme encima y empezar a cabalgarlo, mientras él lanza mi cabeza hacia atrás dejándole acceso total a mis pechos, los besa y los muerde. El vaivén de mis caderas es cada vez más intenso, más fuerte. Sus brazos trabajados me rodean y me aprietan contra él haciendo que mis embestidas sean más profundas, con más recorrido, mientras me besa con euforia. Gimo fuerte, estoy muy cerca de acabar, pero podría hacer esto toda la noche. Sigo jadeando y aumentando mi ritmo, mis muslos se tensan, mi espalda se arquea, me falta muy poquito. Me acerco a su oído y le digo con voz entrecortada: -Me voy a correr, pero necesito 1 favor, quiero que lamas la boca como si me la estuvieras chupando.

Veo que sus ojos se vuelven negros y perversos. Aprieto su espalda contra mí, me sigo moviendo y me corro fuertemente, pocos segundos después él me alcanza gimiéndome en la oreja. Y así culminamos esta noche explosiva, yo me voy a casa súper relajada, y con ganas de volver al gym.