Let me taste how salty you are

Yo, una chica joven y mediterránea, invito a mi chico escocés a pasar el primer verano juntos en mi bonita isla. Vamos de pueblo en pueblo y de playa en playa, y le llevo a mi cala favorita.
Solo se ven tres colores; el turquesa del mar, el blanco de la arena y el rojo de la parte de abajo de mi bikini (y de su pelo y de sus pecas). Estamos entrando al mar, él está detrás con las gafas de bucear puestas y mirando hacia mí. Yo delante de él y mirando al horizonte. El agua me llega por la altura del pecho; las olas lo cubren y lo descubren.
Veo que me mira por debajo del agua con las gafas y empiezo a seducirle. Empiezo a jugar con la parte de abajo; a subirme, a bajarme y hasta a desatarme los lazos laterales que sujetaban el bikini a mis caderas.
Rápidamente me sumerjo al agua y el remolino de arena que levanto me hace desaparecer. Voy buceando hacia él y le beso como puedo las piernas. Consigo quitarle el bañador y salgo delante de él a respirar. "You look majestic underwater", me dice.
Cojo su mano y le siento sobre la roca más cercana. "Let me taste how salty you are now", le digo. Y me mira con cara de placer y ad(ex)mi (ci)ra(ta)ción.

I, a young Mediterranean woman, invite my Scottish boy to spend the first summer together in my beautiful island. We go from village to village and from beach to beach, and I take him to my favourite cove. Only three colors are visible; the turquoise sea, white sand and red the bottom of my bikini (and his hair and freckles). We are in the sea, he is wearing diving goggles and looking at me. I'm in front of him and looking at the horizon. The water laps at my chest; the waves cover and uncover. I see him looking at me underwater with his goggles on and begin to seduce him. I start playing with the bottoms of my bikini; to move, up and down, untying the side ties that held the bikini to my hips. I quickly immerse my head underwater and sand swirls up, making me disappear for a moment. I'm diving toward him and kiss legs. I take off his swimsuit bottoms then come up for some air. "You look majestic underwater," he says. I take his hand and sit on the nearest rock. "Let me taste how salty you are now," I say. And he looks at me with pleasure, admiration and excitement.