Haman Vejer de la Frontera

A Sexual Fantasy

— By Conil

Cuando todo el mundo se ha reincorporado al trabajo, y sus rutinas se han hecho palpables, a ellos, aún les quedaba un poco más de verano. En el camino de ida hacia esas playas de arenas blancas, ella gustaba de ir sin bragas, por eso de sentir libertad, tiempo de ocio y vía libre...al llegar al apartamento, fue una grata sorpresa comprobar que la terraza era bastante íntima, pero a su vez, abierta al campo que colinda con el mar, donde la vista se perdía en la naturaleza mediterránea.

Él un poco absorto en las maletas, tardó en comprobar que ella se había desnudado para tumbarse al sol, y tomarse un aperitivo. Comenzaban las vacaciones. A la hora del paseo, entre la brisa sutil que ya adelantaba el otoño, y las telas vaporosas moviéndose en el aire, ella eligió un vestido fluido que acariciaba sus pezones y su culo; ir desnuda debajo hacía que el vaivén y el roce de la tela estimulase esas zonas y comenzó a ponerse cachonda entre esas calles blancas y empedradas que tanta historia tenían en sus paredes. En este trasiego, a ella se le ocurrió un juego: somos dos extraños. Durante unas horas, nada de información el uno del otro. Luego, dos mesas separadas en el restaurante, dos llegadas por separado. Ropa diferente, actitud diferente. Ella le observa pedir una copa de vino, y sentarse frente a la fuente de la plaza principal a leer. Una chica que se sienta en la mesa de al lado, ha hecho contacto visual con él y parece que se ha interesado porque lo ha mirado en varias ocasiones...la chica se levanta y le pide fuego pero, aunque él no tiene, pregunta que si puede acompañarlo. Charlan animadamente y la chica parece receptiva. Mientras, en la mesa de enfrente, ella recibe una nota desconocida. En 30 minutos debe estar en los baños árabes del pueblo. Llegado el momento, entra por el antiguo arco y se adentra en una sala a la que la dirigen en silencio. Antes de entrar puede observar una piscina cálida y luz agradable, vapor y un divan con telas exóticas. Le ponen una máscara y le piden que se meta en el agua desnuda. Así lo hace. Empieza a sentir manos que le acarician la espalda, el pecho, el cuello...una boca le muerde el labio, la lame. La levantan y la sientan en el diván donde empiezan a comerle el coño desde abajo, y ella se retuerce de placer y se recuesta para sentir como la empiezan a penetrar suavemente con un dildo mientras ella siente en su boca una polla que empieza a lamer hasta que se hace enorme. Luego siente que le atan las manos y empiezan a rozarle el culo a estimularlo con el dildo mientras nota como se la follan por el coño una y otra vez. Se corre como nunca, mucho. Y se queda dormida en el diván en un sueño largo y placentero. Al despertar, ya no tiene máscara y él está dormido a su lado...ella se baña en la piscina plácidamente.