GIRLS DON'T WATCH PORN
A Sexual Fantasy
Confieso que tengo fantasías. Las uso cada noche, esté sola o acompañada y esta es una de mis favoritas:
Estoy en el trabajo, en un restaurante. Un hombre entra y me pide una mesa para 3. Le digo que sí. Dos chicos más están con él... ¡Se me caen las cartas de la mano cuando reconozco a uno de ellos! Pero debo fingir que no porque... ¡Que vergüenza! ¡Las chicas no ven porno! Se agacha para ayudarme a recoger las cartas y mis ojos se tropiezan con su mirada traviesa. ¡Lo sabe!
Cada vez que me acerco a la mesa me dice algo que me sonroja y me ruboriza. Seguro. ¡Sabe que le he reconocido y está disfrutando!
Después del servicio estoy en la parte trasera del restaurante guardando cajas, cuando me doy cuenta de que me ha seguido:
- Vamos, para de fingir. Sé que me has reconocido.
Abochornada, intento escabullirme pero me lo impide con una sonrisa burlona.
-Me parece que te confundes.
-Venga! Te mueres de ganas! Solo un beso... Humm... Ya sé, te da miedo que te guste demasiado y no puedas parar. Piensas que puedo mojarte las bragas con solo un beso.
-Oh, por favor ( digo yo con una risa incrédula).
-¿No me crees? te lo mostraré.
Me coge de la nuca con una mano y me atrae hacia él con fuerza. El beso es tan húmedo, caliente y salvaje que me tiemblan las piernas. Puedo notar su erección en mi vientre.
No puedo creer que James Deen me esté besando apasionadamente.
El beso se acaba y cuando intento marcharme él me detiene de nuevo:
-Quiero comprobar una cosa...
Desliza hábilmente su mano debajo de mis braguitas y sus dedos se encuentran con mi entrepierna totalmente mojada.
-¡Oh Dios! Ahora soy yo el que no puede parar!
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