Fantasías en el rocódromo

A Sexual Fantasy

— By laescaladoracuriosa

Desde la primera vez que cruzamos miradas supe que quería conocerte, olerte, saborearte y follar contigo. Era mi primer día en el rocódromo y todo me parecía difícil y cansado, pero disfruté mucho y me llevé el recuerdo de ti a casa. Las siguientes veces que he ido al rocódromo nos hemos encontrado, me he ilusionado por dentro, y me has mirado cada vez que nos cruzábamos. No me perdías de vista, pero tampoco me decías nada. Poco a poco fui aprendiendo a escalar, a no cansarme tanto, a hacer el ridículo sin avergonzarme y a conocer a la gente tan maja que hay allí. Solo verte trepar me excita, te imagino encima de mí como lo estás sobre la pared. Notar tus brazos ejercitados, tu espalda haciendo fuerza, tu boca lamiendo mi cuello... me vuelve loca. Sabiendo que me mirabas de reojo, me apreté la camiseta para que disfrutaras viendo mi cintura y mi culo mientras subía y me agarraba a la pared, quería hacerte fantasear sobre cómo sería estar en esas posturas encima tuyo. En cuanto he tenido oportunidad me he masturbado pensando en tu recuerdo, gritando de placer, y con más ganas de volver al rocódromo y verte mover, fijarme en tu cuerpo de espaldas, en tus brazos y en tu cuello... ojalá que en alguna de esas miradas nos decidamos a hablar y a conocernos, y acabes agarrándote a mí como lo haces en la pared y terminemos los dos exhaustos después de habernos acariciado, arañado, saboreado, mirado y llevado mutuamente de forma salvaje al placer. ¿Esto que pasa en mi cabeza cada vez que te veo también pasa en la tuya?