Diario de un confinamiento

Durante el confinamiento conocí a un hombre virtualmente en una página web, los días pasaban, hablando de sexo, lo que nos gustaba, lo que nos haríamos, la confianza iba creciendo igual que el deseo de un encuentro. La imposibilidad de poder salir, nos hizo iniciar un juego muy erótico entre los dos. La pasión por la fotografía nos unía y él (hombre culto, educado y sensible) me enviaba fotografías eróticas de gran calidad y gusto, escenas que le gustaban y yo empecé a darle respuesta recreando las escenas en mi casa, haciéndome un selfie, y mandársela de nuevo. Este juego era tan sensual y erótico, me producía mucho morbo y a cada fotografía que mandaba.....yo la reproducía y luego me masturbaba. Imaginando lo a él mirándome en la escena que había mandado. El encuentro real fue explosivo.... Y aún ahora, dos años después, seguimos nuestros juegos eróticos, sensuales, provocativos para que cada encuentro nuestro sea brutalmente salvaje.