Déjate en mis manos, quiero oírte gemir
A Sexual Fantasy
Nos conocíamos desde hacía algunos años. Él tenía novia por aquel entonces, yo comenzaba a descubrir la homosexualidad. Perdimos todo contacto, pero yo siempre estuve loco por él así pues trataba de seguirle la pista... un día volvió a aparecer en el centro social que ambos habíamos creado junto con otrxs compas. Seguía siendo el mismo punk cachondo que yo recordaba, seguía teniendo esa sonrisa que yo deseaba convertir en un gemido.
Una noche de fiesta decidí que ya estaba bien de esperar (o bien las cervezas lo decidieron por mi). Así pues, me acerqué despacio y le miré a los ojos, él me miraba también. Nos sonreímos y le lancé un mordisco a sus labios, el no se resistió, o no supo como hacerlo. Nos fuimos a un lugar apartado, al primer sofá que encontramos y empezamos a comernos, mis manos subieron por su pierna hasta que se toparon con su rabo...me dijo que parase, pero no paraba de besarme...no sabía que hacer, pero seguía con lo mío. Decidí sujetar sus manos con una de las mías y masturbarle salvajemente por dentro de su pantalón, la gente pasaba por nuestro lado, pero nos daba igual lo que sucediese fuera de ese sofá. Al final me mordió los labios, muy fuerte y yo sentía como se corría en mi mano.
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