No hay excusas

A Sexual Fantasy

— By fran_perez_1986

Marta vivía en el mismo pueblo de la hermana de Clara, mi novia. Fuimos a pasar unos días a la casa de la hermana, aprovechando que ella y su familia estaban de vacaciones. Hubo sexo, mucho, llevábamos semanas sin poder hacerlo al no vivir juntos y cada polvo era más bestia que el anterior.
Dio la casualidad que Marta vivía en frente aquella casa, y nos vio. Vio las mamadas de Clara, vio las corridas abundantes en su rostro, vio los orgasmos ruidosos, vio mi polla erecta y vio el sexo duro e interminable.
Tras penetrar a Clara contra la mesa, esta se fue a dormir al piso de arriba. Marta lo había visto todo y me escribió por whatsapp. “Lo he visto”. Mi sorpresa al verla por la ventana fue mayúscula y la erección que tuve también.
Al momento mi mano agarro mi polla y me masturbé, como nunca, mirando a Marta. Ella se masturbo y cuando empecé a derramar semen como un animal, ella tuvo un orgasmo. Las siguientes veces que penetre a Clara, me imagine a Marta.
Dos días después, Clara se fue a trabajar. Me senté en la ventana con la intención de volver a ver a Marta. Ella estaba allí. Comenzó otra vez la masturbación, pero de repente me mando un whatsapp, “¿Dónde está Clara?”, “Trabajando”. De repente, Marta desapareció.
Sonó el timbre. Abrí. Era Marta. Entro en la casa, agarro mi polla y dijo, “Follamé”. “No puedo hacer esto… Aaaaaah”. El placer de mi polla en su boca enmudeció mis excusas. Marta tragó hasta el fondo, hasta más de lo imaginable. Tragó y tragó. Al sacar la polla de su boca el tamaño era mucho más grande que nunca. Nunca tuve la polla así, ancha, larga, con las venas marcadas como nunca…
Me follé a Marta. Me la follé como si fuera la última vez. La penetré como jamás penetré a nadie. Ella se corrió, dos veces. Una mientras la follaba contra la misma mesa que a Clara. Después me corrí yo, en su boca llenándola de semen. Por último, ella se volvió a correr, mientras yo me comía su clítoris y ella seguía con mi semen en su boca.