¿A quién no le gustan las cubanas?

A Sexual Fantasy

— By fran_perez_1986

Bea era amiga de mi novia Clara desde hacía mucho tiempo a pesar de la diferencia de edad entre ellas. Bea tenía 23 años, cinco menos que Clara. Acababa de finalizar su carrera y hacía sus prácticas en una ciudad a menos de cuatro horas de donde vivíamos nosotros. Había quedado en pasar un finde de chicas, pero al romperse dos dedos esquiando, Clara me pidió que condujera y lo pasara con ellas.
Llegamos un viernes sobre las 9 de la noche. Cenamos rápido y fuimos al concierto de un conocido de Bea. Se hizo tarde y su grupo no había empezado, cuando Clara decidió irse a dormir. La acompañamos al hotel y me quise quedar con ella, pero se empeño en que no, "Acompaña a Bea al concierto y cuídala". Y así fue...
Tras tres horas de rock y varios cubatas, Bea y yo nos fuimos del bar. Estaba borracha, yo también y me había producido varias erecciones al hablar conmigo demasiado cerca y dejarme ver parte de sus enormes pechos.
Entramos en un bar a tomar la "última". La conversación se desvió demasiado... Al parecer llevaba dos meses con un chico que no conseguía tener erecciones. "Y encima el tío dice que le molestan las cubanas!" se quejó Bea. "No me creo que a nadie no se le ponga dura con tus cubanas" repliqué. "¿Verdad? Y no te lo pierdas, le dije, dame por culo, nadie lo ha hecho. Y no fue capaz...". "¿Tuvo la oportunidad de darte por detrás y no lo hizo? Es gay seguro Bea" le dije. "¿Tu si me lo destrozarías, a qué sí? He notado tus erecciones y han provocado esto en mí". Me metió la mano en sus bragas... Sus flujos habían hecho que estuvieran totalmente empapadas. "Voy a salir del bar y si por el camino alguien viene por detrás y me revienta... lo disfrutaré" Y se fue.
Sin pensarlo salí detrás de ella, la agarré por detrás, baje sus bragas y la penetré contra un coche. Al momento mi polla se empapo de sus flujos. Las embestidas entraban y salían mientras sus gemidos se hacían más y más grandes. El sexo cada vez era más duro y ninguno de los dos quería parar. Sus convulsiones se volvieron más extremas y el orgasmo llegó...