la lengua que serpentea

A Sexual Fantasy

— By valentina

Recostada en el sofá leyendo,te sientas a mi lado. Me besas y deslizas una mano por mi hombro que encuentra pronto mis pezones bajo el jersey. Los pellizcas brevemente mientras hundes tu lengua entre mis labios. Vas recorriendo palmo a palmo mi cuerpo,deteniéndote en los muslos y la cadera,agarrando mi culo como una propiedad y deslizando finalmente dos dedos sobre mi coño. Comienzas a moverlos en círculos sobre la malla y notas el calor que desprende. Te incorporas mientras vas soltándote los botones de la camisa. Sacas del bolsillo del pantalón un lazo oscuro mientras dices: "Hoy vas a estar muy quieta." Me quitas el jersey y con los brazos aún levantados veo como atas mis muñecas con el lazo. Pellizcas nuevamente mis pezones. Con las manos atadas,veo tu lengua recorriéndolos y siento como los mordisqueas. Me bajas las mallas hasta los tobillos dejándome completamente desnuda. Mi coño,depilado a tu gusto,está caliente y húmedo."No puedes moverte. Haga lo que haga debes permanecer quieta." Tu boca tan cerca me enciende aún más y gimo. "Silencio," dices. Cumplo calladamente tu orden y enseguida compruebo lo bueno que resulta obedecer. Con dos dedos abres mis labios y me rozas suavemente el clítoris. Lo recorres con la lengua que serpentea hacia arriba y hacia abajo, tus labios lo retienen y lo sueltan. Intento taparme la boca y de nuevo escucho "quieta", por lo que regreso a mi posición inicial mientras recibo unos suaves mordiscos en los labios de mi húmedo coño. Sigues devorándome y uno de tus dedos recorre en círculos la entrada de mi culo. Toda tu lengua premia mi coño mientras tu dedo entra y sale de mi trasero provocándome un orgasmo que te inunda la cara. Me giras volviéndome contra el sofá y me incorporas desde la cintura para que mi culo quede expuesto. Lo acaricias y me das un par de palmadas hasta enrojecerlo levemente. Me abres las piernas y hundes tu cara en mi vulva. Te paras entre mis nalgas deleitándote en ese otro orificio secreto. Permanezco sin moverme mientras me enculas despacio. Disfruto de mi castigo por no haber permanecido QUIETA.