inaugurar su nueva casa

A Sexual Fantasy

— By Red

Unos amigos organizaron una fiesta para inaugurar su nueva casa, recien comprada y a la que todavía no se habían mudado. Eramos mas de treinta personas en una ruidosa reunión.
Mi novio y yo llegamos por separado, no nos habíamos visto en varios días porque los dos estábamos con muchísimo trabajo. Tomarle la mano y saludarnos con un beso me puso inquieta, y cada vez que nos rozábamos mi piel se electrizaba.
Luego de un rato, estaba hablando con una amiga; mi novio al lado mío, hablando con otra persona, y comenzó a pasar sus manos por mi espalda. Su caricia me dió escalofríos, y me separé de mi amiga con una excusa, mirando a mi novio a los ojos mientras me alejaba, abriéndome paso entre la gente para ir hacia el baño, ubicado en un corredor que conducía a los dormitorios.
Entré y cerré la puerta, e instantes después mi novio se metió al baño conmigo. Nos besamos con ganas, sus manos levantaron mi falda bajando mi ropa interior. Me hizo poner de espaldas, y apoyando mis manos en el lavabo me penetró desde mi espalda, moviéndose violentamente. Estaba terriblemente excitada, comencé a gemir y mi novio me tapó la boca con una de sus manos, lo que aumentó mi excitación. Mis gemidos se hicieron más fuertes, y en el peor (o mejor) momento, se hizo en la reunión uno de esos silencios espontáneos, uno de esos silencios donde se puede oír el vuelo de una mosca, o a una mujer gimiendo a todo pulmón, en medio de un devastador orgasmo.
Más silencio, hasta que sentí estallar una estruendosa carcajada general. Obviamente mi novio no pudo seguir, ni yo tampoco. Avergonzados, nos acomodamos la ropa y decidimos salir. Al abrir la puerta vimos que la gente se había acercado hasta la puerta del baño, y nos recibieron con aplausos y silbidos.
Han pasado más de diez años, con mi novio ya no seguimos juntos e incluso he dejado de ver a ese grupo de gente, pero cada vez que me encuentro con alguien de ese grupo, lo primero que hace es recordar esa anécdota.