Deseos laborales

A Sexual Fantasy

— By Aremsi

La conozco varios años, trabajamos juntos en la misma tienda. Desde siempre, ha destacado por encima de las demás. Su manera de andar, moverse y actuar hace que todos los hombres la miren con deseo, sin hablar de su cuerpo que se adivina perfecto debajo de un uniforme que no favorece demasiado al resto, pero a ella en particular, le acentúa un culo que parece tallado a mano.

 

El caso es que en la última cena de empresa, todos habíamos bebido bastante y en un momento que me senté a su lado, se acerco y me susurró al oido.
- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Claro.
- ¿Tendrías unas horas para mi?
- ¡Por supuesto!
- ¿Estás seguro?
- ¡Si...!
Esa noche, acabamos liándonos en el water de un pub de la zona. Salimos del W.C. y cada uno siguió por su lado.
Después de eso, no sabía bien como actuar. ¿Había sido todo fruto del alcohol? ¿Estaba esta Diosa interesada realmente en mí?

 

Al poco, me ofrecí a ir a recogerla a su casa para ir al trabajo. Llamé a su puerta.
- Sube, me estoy acabando de arreglar.
Abrió la puerta y pasé al salón. Ella estaba secándose el pelo. Me senté en el sofá y al poco apareció con una chaqueta cruzada que le llegaba por mitad del muslo. Se paró delante de mí,se sentó a horcajadas sobre mis piernas y empezamos a besarnos. Le abrí la chaqueta, solo llevaba un tanga debajo, y descubrí que tenía un cuerpo de infarto, el pecho perfecto en su tamaño, forma y tacto. Me cogió de la mano y me llevó a su habitación. Me quité la ropa y me tumbé a su lado, le besé el cuello, las tetas, jugando con sus pezones bajé hacia el vientre, saboreando cada parte de su cuerpo, me paré un momento justo con mis labios rozando sus ingles y su sexo como alguien que está apunto de saborear un bombón, impregnándome de su aroma recién duchada. La miré buscando su aprobación, tenía los ojos cerrados, parecía disfrutar tanto como yo. Le bajé el tanga y metí mi lengua en su coño perfectamente rasurado. Me cogió del pelo y apretó mi cabeza contra ella arqueando la espalda...

 

Ese día llegamos tarde a trabajar.