tú sabrías darme lo que quiero

A Sexual Fantasy

— By Sasha-Von-Bundy

Me pone una compañera de piso. Se me moja todo cada vez que la veo por los pasillos.

 

 

Acabábamos de conocernos hacía mes y medio, era un martes cualquiera por la tarde, un día normal. Estábamos solas en el piso, las otras compañeras tardarían en llegar y las dos lo sabíamos. Yo estaba estudiando en mi cuarto, y ella volvía de despedir a su novio en la puerta pero en vez de ir a su habitación, entró a la mía, se me acercó y metiendo la mano dentro de mi falda, me dijo "Este tío cada vez me deja más insatisfecha, pero seguro que tú sabrías darme lo que quiero..." a lo que no supe responder de otra forma que con un apasionado beso.

 

He de decir que las dos somos hetero, de ahí mi sorpresa. Caímos en la cama sin dejar de besarnos, la lujuria se habia apoderado de nosotras y nos estaba encantando. Fuimos quitándonos la ropa mutuamente, acariciándonos todo el cuerpo, mordisqueando y masajeando nuestros pechos. Las dos teníamos tantas ganas de comernos enteras que enseguida empezamos un 69 , nuestros dedos entraban y salían a la vez que nos lamiamos el clítoris.

 

Me cansé de chuparle el coño, estaba muy rico, pero era hora de enseñar a esa golfilla chillona quien mandaba. Le puse mi coño en la cara y cabalgué cual amazonas. Le agarré del pelo y le mantuve ahí sin parar de mover su lengua en mi coño hasta que me corrí. Me levanté de esa posición, le puse a cuatro patas y le di 4 azotes antes de meterle un par de dedos y estimular su punto G. Se corrió enseguida y volvió a comerme el coño, mientras me metía dos deditos bien dentro.

 

Yo tambien tardé poco en correrme otra vez, resultó que sabía lo que se hacía. Después de eso nos dispusimos a frotar nuestros sexos, que además se deslizaban perfectamente por lo lubricados que estaban. Nos corrimos otra vez en esta posición, separamos nuestros cuerpos, pasamos sensualmente las manos por el pecho de la otra y nos besamos.

 

Ahí terminó todo. Nos vestimos y decidimos que no hablaríamos de ello, que lo guardaríamos para nosotras mismas, y que todo seguiría como estaba una hora antes de aquel momento...