A Room With A View

A Sexual Fantasy

— By Mijikai Ero Kakikomi

Sentado en el balcón de mi apartamento de alquiler, tratando de escapar del calor del verano de las calles, observo a la gente pasar.

En su mayoria son estudiantes de la universidad cercana, y eso explica la juventud, el desparpajo de jugar a ser adultos, la sensualidad a flor de piel, y ver como exploran sólos el mundo por primera vez.

De pronto observo, en el 403, un piso mas abajo en el edificio del frente, el resplandor de una puerta abriendose y dejando pasar la luz del pasillo, una forma, un movimiento.

Era una madeja de brazos, piernas, manos, dos cuerpos entrelazados en el ansia del sexo, mirándose, oliéndose, sintiéndose, tocándose, desnudándose, amándose.

Vi como el pasaba sus manos por sus senos, bajaba palpando su cuerpo, llegaba a las caderas, levantándole el vestido, desabrochando el brassier y sintiendo sus nalgas tensas, empezaba a bajarle las bragas exponiendo su Venus.

Vi como ella bajaba por su pecho abriendo (casi arrancando) los botones de su camisa, llegando hasta el cinturón, y abriendo el pantalón y bajando sus boxers, hasta llegar hasta su erección palpitante.

El acarició su Venus, ella el Falo erecto y lentamente penetró con sus dedos los labios abiertos, húmedos, dispuestos, como una rosa abierta, de su vulva.

Y luego él la volteó contra el cristal de la ventana, exponiendote a la ciudad, vi como la respiración rítmica opacaba el cristal y el sudor de las manos dejaba húmedas marcas, mentras le penetraba lento, rápido, suave, con fuerza, ritmicamente y sus manos acariciaban sus senos hinchados y aureolas erectas.

Y llegaron al extasis.

Y se desplomaron en el sopor después del sexo, la petite mort, mientras la luz de la calle y la luna iluminaba sus cuerpos desnudos en el tapete del piso.

Y mi amor llegó a mi lado, solamente con un pareo, ofreciendome su venus desnuda, susurrandome al oído, "... hagamos el amor."

Sitting on the balcony of my rental apartment, trying to escape the summer heat of the streets, I watch people go by. They are mostly college students nearby, and that explains the young, desire to play adult, sensuality skin deep, and watch as they explore the world alone for the first time. Suddenly I see, in 403, one floor below in the building front, the glow of a door opening and letting the hall light, a form, a movement. It was a tangle of arms, legs, hands, two bodies entwined in the craving sex, looking, sniffing, feeling, touching, undressing, loving each other. I watched as he ran his hands over her breasts, down palpating his body, came to the hips, lifting her dress, unfastening the bra and feeling her taut buttocks, he began to pull down her panties exposing her Venus. I watched as she walked down opening his chest (almost tearing) the buttons of his shirt, reaching the belt, and opening his pants and his boxers down, to reach his throbbing erection. He stroked her Venus, her erect phallus and slowly penetrated her fingers open, wet, willing, like an open rose, her vulva lips. And then he turned against the glass of the window, exposing yourself to the city, I saw rhythmic breathing obscured glass and hand perspiration left wet marks, it mentras penetrated her slow, fast, soft, hard, rhythmically and hands caressed her swollen breasts and erect halos. And they came to ecstasy. They plunged in the torpor after sex, petite mort, while the street light and moon lit their naked bodies on the floor mat. And my love came to me, only a sarong, offering his naked venus, whispering in my ear, "... make love."